El reloj digital destellaba las 5:17 a.m. cuando Eric se levantó de un salto, como si hubiera estado esperando esa alarma toda la noche. Afuera, una persistente lluvia parecía sellar al mundo en un aura de incertidumbre, tan densa como su mente. Desde que fundó EasyConnect, su empresa de soluciones tecnológicas, cada contrato ganado era como un respiro lleno de oxígeno puro. Pero hoy no era como cualquier otro día. En el centro de la mesa de reuniones de la oficina, un proyector lanzaba...