ConoceTuNegocio con un Consultor en ERP

Cuando comencé como contable, uno de los mayores retos era enfrentarme al cierre de mes. Decenas de líneas de registros desordenados me esperaban, y pasaba tardes y noches tratando de descifrar cada monto, asignarlo correctamente y dar sentido a los reportes. Y, como si eso no fuera suficiente, llegaba el momento de justificar todo ante los auditores: buscar documentación, explicar cifras y cruzar los dedos para que todo cuadrara. Era un ciclo agotador que se repetía una y otra vez.

Fue entonces cuando comprendí el verdadero valor de un ERP bien configurado. Recordé una frase de un exjefe: “Trash in, trash out” (“Si entra basura, sale basura”). Me di cuenta de que los problemas en el cierre de mes no eran inevitables; eran el resultado de datos desorganizados desde el inicio.

Al optimizar el ERP, todo cambió. Configurar el sistema correctamente me permitió trabajar con información clara desde el principio. Dejé de ser un contable atrapado en números para convertirme en un Controller estratégico. Pude analizar costos, gestionar presupuestos y optimizar procesos como el MRP, las listas de materiales (BOMs) y las rutas de producción (routings). Incluso el control de inventarios y la medición de desperdicios dejaron de ser un dolor de cabeza.

Hoy, sé que implementar y optimizar un ERP no solo mejora procesos; también transforma la forma en que trabajas y cómo impactas en la empresa. Si alguna vez te has sentido atrapado en cierres interminables o bajo presión de los auditores, la solución está al alcance: comienza por optimizar tu ERP.